Un proyecto internacional busca soluciones basadas en la sensórica con el fin de hacer frente a los retos de la seguridad alimentaria

El proyecto “Transferencia de tecnologías sensóricas para prevenir riesgos alimentarios”, FoodSens, tiene como objetivo el desarrollo de sensores miniaturizados “lab-on-a-chip” de análisis en tiempo real, sensibles, rápidos y portátiles, que permitan la detección de diferentes analitos o microrganismos mediante la aplicación de tecnologías facilitadoras como la nanotecnología o la microfluidíca.

El proyecto FoodSens, liderado por ANFACO-CECOPESCA, está financiado por Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), en el marco del programa de cooperación Interreg V A España- Portugal (POCTEP) 2014- 2020. Las opiniones son de exclusiva responsabilidad del autor que las emite. Este programa promueve la investigación científica y el desarrollo tecnológico de esta región transfronteriza con el objetivo de mejorar la competitividad del tejido empresarial, de ahí que en el consorcio también participan el Instituto de Ciencias y Tecnologías Agrarias y Agroalimentarias de la Universidad de Porto (ICETA), la Asociación portuguesa de Productores de leche y carne (LEICAR) y la Universidad de Minho. En Galicia, además de ANFACO-CECOPESCA, colaboran el grupo MICROTEC del Instituto de Investigaciones Marinas (CSIC) y el Centro de Investigaciones Biomédicas (CINBIO), de la Universidad de Vigo.  

Uno de los grandes retos de la industria alimentaria, desde el punto de vista de la seguridad, es la aparición de riesgos emergentes y la presencia de ciertos contaminantes, a veces a niveles traza, pero que incluso así pueden comprometer la salud de los consumidores, como es el caso de los alérgenos.

Los sensores portátiles ultrasensibles ofrecen grandes ventajas a la industria alimentaria, no solo porque facilitan la automatización de ensayos y su integración dentro de los sistemas de monitorización de las plantas, sino porque también permiten la detección y/o cuantificación en tiempos cortos posibilitando una actuación rápida sin precisar un período de espera como ocurre con algunas de las técnicas convencionales. En general, en la industria alimentaria hay una gran necesidad de sensores que aporten fiabilidad, selectividad, especificidad, además de que sean reutilizables y de bajo coste. Específicamente, el proyecto plantea abordar las problemáticas más urgentes relacionadas con la presencia de contaminantes orgánicos (PAHs), micotoxinas, biofilms bacterianos, alérgenos y microalgas tóxicas.

El proyecto FOODSENS celebrará su reunión de lanzamiento el próximo día 5 de junio en las instalaciones de ANFACO-CECOPESCA.

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